Sandra Garrido: “La belleza de la informática se encuentra en la elegancia y simplicidad con la que se resuelve un problema”

Sandra Garrido es una de esas docentes que dejan huella. Coordinadora del Grado en Matemáticas e Informática en UDIT, combina su labor investigadora y de gestión con la docencia en titulaciones como Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial o Desarrollo Full-Stack. 

En esta entrevista, comparte su experiencia vital con las matemáticas y la tecnología y reflexiona sobre temas clave como la ética en la inteligencia artificial, la belleza del código, o la importancia de enseñar desde la pasión. 

  • ¿Cuándo descubriste que tu vida giraría en torno a las matemáticas y la tecnología? ¿Cómo fue ese momento clic que lo cambió todo?  

Desde pequeña me sentía atraída por las matemáticas y por todo lo que tiene que ver con la resolución de problemas: puzles, crucigramas, etc. Mi madre siempre cuenta que con 3 años ya hacía puzles de 100 piezas sin mirar el dibujo y me encantaban los “juguetes” tecnológicos como ordenadores, coches teledirigidos, etc.  

Pero el momento de clic fue durante el primer año que estaba de estudiante en la universidad. Tuve una clase que me hizo replantearme todo y de hecho, estuve a punto de dejar el grado por algo totalmente distinto. Sin embargo, antes de tomar la decisión me di cuenta de que las matemáticas podían explicar y resolver los desafíos tecnológicos, lo que hizo que quisiera dedicarme a este mundo. 

  • Más adelante, ¿qué es lo que te llamó la atención del mundo de la enseñanza? ¿Qué es lo que has aprendido enseñando a otros? ¿Qué es lo que más destacarías de UDIT en este sentido? 

Aunque en un principio la enseñanza no era algo que me llamaba la atención, tras un primer año acumulando varias horas de docencia descubrí que me gustaba compartir el entusiasmo por entender cómo funcionan las cosas. 

Enseñar a otros te obliga a cuestionarte qué sabes realmente y qué no, ya que necesitas constantemente buscar nuevas formas de explicarlo, adaptarte a nuevas formas de aprender, etc.  

También aprendes a reinventarte constantemente. En un área en continuo desarrollo como es la tecnología, tienes que estar siempre a la última, para poder transmitirlo en clase. 

En ese sentido, de UDIT me gusta la cercanía del docente con el alumnado, el que no se enseña por acumular conocimientos, sino que se aplica a la resolución de problemas. 

  • Eres coordinadora del Grado en Matemáticas e Informática. ¿Qué hace que esta titulación sea tan especial y necesaria hoy en día?  

Combinamos la base matemática, que permite razonar, modelar y abstraer, con las herramientas informáticas que lo hacen posible en la práctica.  

Quien se matricule encontrará un grado aplicado, que forma mentes capaces de diseñar algoritmos, trabajar con algoritmos complejos de IA, analizar datos o resolver problemas complejos desde una perspectiva sólida y multidisciplinar. Es una formación pensada para liderar los desafíos tecnológicos del mañana. 

  • A menudo se habla de la “belleza” de las matemáticas, casi como si fueran una forma de arte. ¿Crees que esa belleza también se encuentra en la informática?  

Rotundamente sí. Puede parecer friki pero algunos programas informáticos pueden denominarse bellos al ver el código. Esto se debe a que la belleza de las matemáticas y la informática se encuentra en la elegancia y simplicidad con la que se resuelve un problema.  

Ambas disciplinas comparten una estructura lógica, pero también abren un espacio enorme para la creatividad: decidir cómo diseñar un sistema, cómo optimizar un algoritmo, cómo representar una idea abstracta en código. Es una forma de arte con reglas propias. 

 

  • No podemos sino hablar sobre Inteligencia Artificial. Desde tu experiencia como investigadora, ¿cuál crees que es el mayor reto ético o social que plantea su avance? ¿Qué consideras que es una postura responsable en nuestra relación con la IA? 

El mayor reto es no perder de vista al ser humano frente a la tecnología y educar en su uso responsable. La IA tiene un gran potencial, pero también puede amplificar sesgos y desigualdades, como hemos visto en los últimos meses, si no se diseña correctamente y se seleccionan adecuadamente los datos.  

Una postura responsable implica cuestionarse qué implicaciones tiene el problema que estamos resolviendo desde distintos puntos de vista y siempre pensando en la persona que va a utilizar ese sistema. 

  • Si tuvieras que recomendar un libro y una película te haya marcado o te haya hecho ver la tecnología de otra forma, ¿cuál sería? 

Esta pregunta me resulta muy compleja de responder ya que soy una persona que siempre ha leído y lee muchísimo, en lo que llevamos de año llevo leídos 18 libros. Pero si me tengo que quedar con algunos que hicieron que me atrajesen la tecnología y las matemáticas fueron: 

El libro de Uglies de Scott Westerfeld donde nos encontramos con una sociedad distópica en la que cuentan con tecnología avanzada que modifica genéticamente a los humanos para convertirlos en los humanos “perfectos”. Este libro me llamó mucho la atención por los avances tecnológicos que menciona en cuanto a genética y los problemas éticos que genera. 

También recomendaría El tío Petros y la conjetura de Goldbach de Apostolos Doxiadis en la que la trama gira en torno a la resolución de un problema que lleva siglos sin resolverse. Finalmente, La diosa de las pequeñas victorias de Yannick Grannec que fue un libro que me regaló la profesora del instituto que hizo que me decantase por estudiar matemáticas y cuenta la historia de Adele, la mujer de Kurt Gödel, famoso matemático del siglo XX. 

Como película me quedo con “Una mente maravillosa” que narra la historia de John Nash y que recomiendo a todo el mundo que se encuentre interesado en las matemáticas. 

  • Para terminar, ¿qué les dirías a los alumnos que justo en este momento se están planteando cursar un grado tecnológico, pero no tienen del todo claro en cuál se deberían matricular? ¿Por qué deberían apostar por UDIT? 

Sandra Garrido: Les diría que se escuchen y que piensen qué tipo de problemas les gusta resolver o qué les motiva: ¿la lógica? ¿la creatividad? ¿la transformación del mundo real? ¿resolución de problemas? Y sobre todo, que no se asusten si aún no lo tienen claro, cualquier grado tecnológico les va a dar la base para luego desarrollarse en multitud de campos más especializados.  

Los grados en UDIT están planteados de manera que se pueda cambiar de uno a otro, si tras el primer año se cambia de opinión, causando el menor perjuicio posible. Apostar por UDIT es elegir una formación práctica, próxima al estudiante y estrechamente conectada con la industria, donde tendrán mentores, más que profesores y proyectos reales desde el primer día.  

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